Depende del tipo de cáncer. Si se trata de una leucemia, el tratamiento fundamentalmente consiste en quimioterapia y en algunas ocasiones se puede requerir radioterapia y trasplante de células madre. Esto depende del tipo de leucemia, además del riesgo o severidad de la enfermedad.

En el caso de tumores sólidos, el pilar del tratamiento es la resección del tumor. La mayoría de las veces el tratamiento se acompaña de quimioterapia luego de la cirugía, aunque cuando el tumor es muy grande y dificulta realizar de entrada una resección adecuada y segura, puede iniciarse la quimioterapia antes de la cirugía. También con frecuencia se incluye dentro del tratamiento de los tumores sólidos la radioterapia, con algunas excepciones.

Cuales son los efectos del tratamiento?

Los tratamientos del cáncer pueden causar efectos secundarios. Estos puden presentarse a corto, mediano y largo termino.

– Efectos secundarios a corto término: náuseas, vómito, algunas veces diarrea. La intensidad dependerá de los fármacos utilizados. Otros efectos secundarios pueden depender de procedimiento quirúrgicos necesarios para la resección de los tumores, por ejemplo, ante tumores cerebrales.

– Efectos secundarios a mediano término: estos se producen debido a que estos tratamientos afectan todas las células que se dividen rápidamente, como son las células del cáncer pero también algunas células sanas, y en estas se encuentran incluídas las células de la sangre, de la boca, el sistema digestivo y los folículos pilosos. Es por esto que dentro de los efectos secundarios a mediano término mas frecuentes están:

• Anemia y otros trastornos de la sangre: el tratamientos del cáncer afecta la función normal de la médula ósea, el tejido esponjoso localizado al interior de los huesos responsable de sintetizar nuevas células sanguíneas. Por lo tanto, ocurre un descenso tanto en los glóbulos blancos, como en los glóbulos rojos y las plaquetas. Estos descensos predisponen entonces a infecciones, anemia y sangrados, respectivamente. Una vez suspendido el tratamiento o cuando disminuye el efecto de este, la cantidad de células sanguíneas regresa a lo normal.
• Caída del pelo: se cae tanto el cabello, como el pelo de las cejas y otras partes del cuerpo. Esta caída del pelo es generada tanto por la quimioterapia como por la radioterapia. Los folículos pilosos estan compuestos por células de muy rápido crecimiento, y a medida que la quimioterapia ejerce su efecto contra las células cancerígenas, también afecta las células de estos folículos pilosos. Esta pérdida del pelo inicia a las 2-6 semanas de haber comenzado con la quimioterapia. Este tiempo variable y la cantidad de pelo que se cae, depede de los medicamentos y de la intensidad del tratamiento. La buena noticia es que un par de meses luego de finalizado el tratamiento, vuelve y se regenera de forma normal.

• Cambios en la coloración de la piel y las uñas: por una razón similar a la caída del cabello, las células de la piel y de las uñas pueden verse afectadas por el tratamiento de quimioterapia y/o radioterapia, generando problemas como resequedad de la piel, prurito o comezón, enrojecimiento, descamación, y las uñas pueden tomar un color marron o grisaceo y verse además agrietadas.
• Fatiga: es la sensación de cansancio, que no mejora a pesar del reposo. La aparición de este síntoma es un efectos secundario del tratamiento pero también es producto del propio cáncer.
• Neuropatía periférica: se debe a la toxicidad que pueden tener algunos fármacos en el sistema nervioso periférico. Se manifiesta usualmente con sensación de hormigueo o pérdida de la sensibilidad en los dedos de las manos y/o pies. Su intensidad es variable de manera que puede presentarse un dolor que es como una punzada, o un corrientazo o una senación de ardor, y puede incluso comprometer la fuerza de las manos, los pies o de toda la extremidad. Este efecto secundario usualmente revierte al suspender el tratamiento, aunque la recuperación puede ser muy lenta y tomar meses o años.

– Efectos secundarios a largo término:

• Problemas cardíacos: tanto la quimioterapia como la radioterapia en el tórax pueden provocar problemas cardíacos como insuficiencia cardiaca congestiva, arritmias o enfermedad coronaria.
• Problemas en el sistema endocrino: tanto la quimioterapia como la radioterapia a nivel cerebral, del cuello o de la pelvis, pueden afectar el sistema endocrino, el cual es el responsable de la síntesis de las hormonas. Así, dependiendo del sistema comprometido, puede aparecer hipotiroidismo, talla baja, pubertad precoz, obesidad, infertilidad, entre los mas comunes.
• Linfedema: Las personas que se sometieron a cirugía de extirpación de los ganglios linfáticos o a radioterapia en los ganglios linfáticos pueden desarrollar linfedema, situación en la que el líquido linfático se acumula y produce edema y dolor predominantemente en las extremidades.
• Problemas de aprendizaje: tanto la quimioterapia como la radioterapia a nivel cerebral, pueden provocar dificultad en el aprendizaje, en la atención y en la memoria.
• Sordera: puede producirse por tratamiento con dosis altas de medicamentos como el cisplatino.
• Segunda neoplasia: como efecto tardío de los tratamientos de quimioterapia y radioterapia puede desarrollarse un nuevo cáncer. La quimioterapia y la radioterapia afectan la médula ósea, y según la magnitud de esta afección, se puede lesionar en distintos grados la función normal del las células madre de la médula ósea. De esta manera es que el tratamiento a su vez puede aumentar el riesgo de desarollar posteriormente leucemia o un síndrome mielodisplásico. La mielodisplasia es una enfermedad comunmente conocida como “Preleucemia” y son un tipo de cáncer en los que la médula ósea no funciona normalmente. Por tanto no se producen las cantidades normales de células sanguíneas y las producidaas son de características anormales (displásicas).
• Síndrome del miembro fantasma: los supervivientes de tumores sólidos pueden presentar efectos producto de la pérdida de una extremidad o parte de ella. Ejemplo de esto es la sensación que pueden tener de que la extremidad que se resecó esta todavía allí, e incluso se siente dolor en la extremidad que se extirpó a pesar de que esta ya no esta.