Todos los supervivientes de cáncer deben cuando han terminado el tratamiento, iniciar un seguimiento estrecho con su oncólogo pediatra.

Este seguimiento implica algunos exámenes regulares de control encaminados a identificar cualquier efecto secundario del tratamiento, incluyendo problemas emocionales que puedan presentarse meses o años después de terminado el tratamiento, y para verificar no haya una recaída del cancer.

Con este objetivo, esta etapa de seguimiento puede incluir valoraciones con otros especialistas, por ejemplo cardiólogos, endocrinologos, nutricionista, especialistas en rehabilitación (fisiatras), psiquiatras y psicólogos para identificar y tratar cualquiere efecto secundario del tratamiento.

Las visitas inicialmente serán cada mes durante el primer año de seguimiento y luego puede depender del tipo de cáncer.